Cuidar de nosotros mismos y de nuestros hijos tras el trauma y la tragedia
Cuando suceden acontecimientos traumáticos en nuestro mundo, puede ser difícil de procesar.
Cuando suceden acontecimientos traumáticos en nuestro mundo, puede ser difícil de procesar.
La idea de dejar a un niño en la escuela, para no volver a recogerlo, es la peor pesadilla de un padre. Desgraciadamente, los tiroteos en las escuelas son una posibilidad horripilante para las familias todos los días. La reciente masacre en Uvalde, Texas ha sacudido a nuestro país, ya que a niños y profesores inocentes se les robó el futuro y se les arrebató la vida demasiado pronto. Esto, unido a los sucesos ocurridos en Buffalo, Nueva York, y Laguna Woods, California -entre otros traumas- podría estar pasándonos factura emocionalmente.
Este tipo de tragedias son impensables. Pueden ser demasiado para siquiera pensar, y mucho menos para hablar con los niños de nuestras vidas, que podrían estar experimentando sus propios sentimientos de incertidumbre, miedo, angustia y confusión. Sin embargo, son conversaciones necesarias, ya que los jóvenes tienen las noticias al alcance de la mano y pueden tener preguntas, algunas de las cuales nos podemos estar haciendo nosotros mismos.
Antes de poder abordar estos acontecimientos en casa con nuestros seres queridos, tenemos que comprobar cómo estamos. Como padres, o incluso simplemente como seres humanos, oír hablar de otro tiroteo en una escuela puede hacer aflorar algunas emociones intensas: tristeza, ira o incluso entumecimiento. Puede que incluso nos sintamos aliviados por poder tener a nuestros propios bebés en casa, lo que podría provocar sentimientos de culpa y dolor en aquellos que no pueden hacerlo. La conclusión es que todos tenemos que darnos gracia a nosotros mismos. Todos estamos procesando nuestros sentimientos individuales y merecemos permitirnos experimentar las emociones que este trauma puede traer.
Cuando se trata de niños, es posible que nos busquen a nosotros, los adultos de su vida, para que les demos explicaciones y les tranquilicemos. La respuesta de un niño a una noticia tan horrible puede depender de varios factores, como su edad, el grado de trauma que haya experimentado en el pasado y si las víctimas de la tragedia eran sus compañeros. Independientemente de su reacción, podría llevarles tiempo sentirse reconfortados mientras procesan los acontecimientos en sus propios términos.
La American Psychological Association ofrece los siguientes consejos para trabajar con nuestros propios sentimientos mientras proporcionamos apoyo a nuestros hijos.
Iniciar la conversación
Hablar con los niños sobre sus preocupaciones e inquietudes es el primer paso para ayudarles a sentirse seguros y empezar a afrontar los acontecimientos que ocurren a su alrededor. Lo que hablemos y cómo lo digamos sí depende de su edad, pero todos los niños necesitan poder saber que somos un espacio seguro para ellos.
Ver los signos de estrés, miedo o ansiedad Tras los sucesos traumáticos, los niños y los adultos pueden experimentar problemas para dormir, dificultad para concentrarse en las tareas escolares o en las responsabilidades del hogar, cambios en el apetito y en el estado de ánimo. Podemos animar a nuestras familias a poner nuestros sentimientos en palabras hablando de ellos juntos o escribiendo un diario. A algunos niños les puede resultar útil expresar sus sentimientos a través del arte, como dibujar/pintar cuadros, contar historias, etc.
Tomar "descansos informativos" Esto puede ser beneficioso para nosotros y nuestros hijos. Es posible que todos queramos estar informados sobre los detalles de los acontecimientos, pero también tenemos que ser conscientes de los riesgos de consumir demasiada información. Exponernos a nosotros mismos y a nuestros hijos a demasiada información puede aumentar la ansiedad y los miedos.
No estamos solos. Como humanos, estamos todos juntos en esto. Esta horrible tragedia es impensable e inimaginable, pero podemos continuar extendiendo la bondad a nosotros mismos y a los demás mientras navegamos en este momento difícil.
Es importante recordar que está bien si no podemos superar esta tragedia. Es completamente comprensible si nosotros o nuestros hijos tienen problemas para seguir adelante o se sienten atascados o abrumados. Hay ayuda disponible. Las líneas de crisis gratuitas de Burrell, disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana, están disponibles en todo Missouri para cualquier persona que necesite hablar o quiera conectarse con los recursos locales.
La Comunidad Be Well de Burrell también está disponible para la conexión virtual y el autocuidado los miércoles a través de Facebook Live. Los expertos de Be Well comparten el recurso a continuación.
New data continues to reveal the mental health toll on youth from COVID-19, social media, mass violence, and the many other challenges kids face every day. Our kids are in crisis. See the report for more.
Burrell ofrece una nueva forma de ayudar a las personas que padecen Trastorno Depresivo Mayor, denominada Estimulación Magnética Transcraneal (EMT).
La depresión perinatal es la complicación del embarazo menos diagnosticada en Estados Unidos.
Cuando suceden acontecimientos traumáticos en nuestro mundo, puede ser difícil de procesar.
Llame a nuestra línea telefónica gratuita de 24 horas para obtener ayuda en su situación de crisis inmediata.
Suroeste de Missouri: 1-800-494-7355
Centro de Missouri: 1-800-395-2132
Línea de ayuda nacional: Llame o envíe un mensaje de texto al 988