Las cuatro frases que nuestros hijos necesitan escuchar cada día

Ser padre o madre puede ser una tarea ardua. Muchos de nosotros hacemos malabares con el coche, la escuela, el trabajo, las actividades, las tareas y la lista continua de nuestras responsabilidades diarias, todo ello mientras intentamos criar a niños que se conviertan en adultos sanos y felices. Hacemos todo lo posible para apoyar y animar a nuestros hijos cada día, pero en el caos que es la vida, podemos perder oportunidades para atender sus necesidades emocionales.

Aquí hay algunas frases en las que podemos centrarnos dentro de nuestras familias:

Te quiero Todos los niños -todos los seres humanos, en realidad- tienen la necesidad de sentirse amados y rodeados de relaciones seguras y de apoyo. El amor de un padre por su hijo puede parecer un hecho, pero es importante no pasar por alto ni olvidar decir las palabras "te quiero". Los niños también pueden sentir el amor que les tienes de diferentes maneras - no sólo con tus palabras, sino también con tus acciones, como un gesto amable, abrazos y besos, tiempo de calidad, etc.

Tú importas. Se trata de encontrar las palabras y las formas de mostrar a un niño que le valoramos. Nuestros hijos necesitan que les recordemos que lo que piensan, sienten y hacen nos importa. Hacer preguntas y mostrar interés puede enviar el mensaje de que sus experiencias, preferencias, opiniones y pensamientos son importantes.

Eres humano. Es algo que todos hemos tenido que aprender por las malas: No somos perfectos y nuestros sentimientos tampoco. Nuestros hijos están aprendiendo esto ahora mismo y podemos ayudarles a superarlo. A veces, tenemos que hacerles saber a nuestros hijos que está bien ser y sentir muchas cosas a la vez, incluyendo las emociones agradables y desagradables que vienen con la vida. Como adultos, lo modelamos cuando reconocemos nuestros propios errores, trabajamos para hacer las cosas bien y hablamos de las emociones o situaciones difíciles que experimentamos, así como de cómo estamos trabajando para afrontarlas.

Estoy orgulloso de ti.
A veces, lo que más peso tiene no es lo que decimos directamente a nuestros hijos. Pueden oírnos hablar sobre ellos a otros padres, a nuestras familias o a nuestros amigos. Cuando nuestro hijo nos oye compartir quejas, preocupaciones o críticas mientras hablamos de ellos con otras personas, puede socavar todos los esfuerzos que hemos hecho para construirlos. Escuchar a sus padres hablar de ellos positivamente puede ayudar a nuestros hijos a saber que estamos orgullosos de ellos, incluso sin usar esas palabras.

Podemos introducir muchas otras palabras y acciones a lo largo del día que pueden hacer que nuestros hijos se sientan vistos y apreciados, como:

• Saludarles con un simple "Buenos días"
• Preguntar "¿Qué necesitas ahora mismo?" durante un momento difícil;
• Diciendo "Podemos superar esto" cuando se han equivocado;
• Y preguntando "¿Cómo puedo ayudar?"Cuando enviamos regularmente mensajes alentadores y fortalecedores a nuestros hijos para que se sientan amados, valorados y comprendidos, los beneficios no sólo los experimentan ellos, sino que se extienden también a nosotros. Al igual que nuestro hijo necesita sentirse conectado a nosotros, como adultos, necesitamos sentirnos implicados en nuestra relación con ellos. Ser conscientes de la forma en que pensamos y hablamos de nuestros hijos tiene un impacto en nuestro propio bienestar y en el de nuestras familias.